Más de lo mismo
Sorprendido de que Dropbox haya producido una aplicación tan mediocre. Si en los años 90 teníamos el “Infierno de las DLLs”, ahora tenemos el de las contraseñas. Parece imposible realizar un repositorio central de contraseñas para cualquier navegador y cualquier aplicación. Si al menos se pusieran de acuerdo en cuántos caracteres, con qué mínimos y si se aceptan o no caracteres especiales, podríamos memorizar mejor las contraseñas.